Así se podría titular el día de hoy. El viento parecía que se quería llevar todo lo que encontraba a su paso. Es curioso lo que me pasa con el viento, puedo aguantar el frió, el calor, la lluvia, esta incluso me gusta; pero el viento me ataca el sistema nervioso. Todo el día golpeando las ventanas como un vecino latoso, recordándote en cada puerta que abres que sigue ahí y que te pienses bien donde vas.
Hoy el día a sido largo, mucho trabajo (aunque estoy de vacaciones, el pluriempleo es lo que tiene..), y Diego sin poder salir de casa. Esta para comérselo, le quedan días para ponerse de pie, sus tímidos gateos iniciales, han dejado paso a una rapidez de ardilla, no se como puede mover los pies y las manos tan rápidos, a escala debe marcar mejores ritmos que su padre.
Al final del día busco un hueco para salir a trotar, hoy tocaba una horita. Todo el día con ganas de salir (las buenas sensaciones del domingo aún duran), y en el momento de hacerlo, se me quitan las ganas, el día no invita a salir a pegarse con el asfalto. Estoy a punto de dejarlo, pero finalmente pienso en los consejos de Ismael (si tienes un hueco aprovecha, no sabes cuando tendrás otro......), y salgo a la calle. Esta me saluda con molestas rachas de viento, el comienzo como siempre malo, pero con el recuerdo del domingo y lo bien que me siento al acabar de entrenar, sigo corriendo. Además si ahora me da de cara en algún momento me tendrá que dar de culo no?. Según caen los kilómetros me voy encontrando mejor y al final sale un entreno bastante bueno: 1h 11,20 km a 5:21 158 AVG.
Para terminar de recuperar pillo a Diego en su mejor momento del día, su baño. Me dedica la mejor de sus sonrisas. Ya no hay agujetas.
Para terminar de recuperar pillo a Diego en su mejor momento del día, su baño. Me dedica la mejor de sus sonrisas. Ya no hay agujetas.
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