domingo, 5 de junio de 2011

Todo lo que sube..............

Hoy se ha celebrado la Carrera Popular La Hoz del Huecar, en Cuenca. Hasta allí se ha desplazado una nutrida representación del C.A Socuéllamos. El día despuntaba soleado, aunque algunas informaciones hablaban de previsión de lluvia justo para la hora de la carrera, menos mal que al final el tiempo nos ha respetado, o al menos la lluvia, porque el calor que hacia también ha ayudado a endurecer un poco mas si cabe esta dura prueba.
En el desplazamiento a Cuenca, la conversación gira entretenida alrededor de temas atléticos. Íbamos con José Enrique, y como los dos que marchábamos con el, no tenemos mucha ocasión de departir tranquilamente con el "presi", pues hemos aprovechado y le hemos exprimido como un limón; y es que echarle el guante en un entrenamiento es mas que complicado.
Al llegar a Cuenca, reparto de nuevas equipaciones y ronda de calentamiento. Aquí cada uno definiendo sus objetivos, el de Pablo y el mío, disfrutar de la carrera mientras hacemos un rodaje con publico. Llevábamos hasta cámara de fotos.
Una vez dada la salida, nos ponemos en marcha con ritmo cansino, todo el mundo nos ha comentado lo dura que es la prueba y no queremos pecar por exceso, así que tranquilamente vamos echándole kilómetros a las piernas. Una vez que se abandona Cuenca, la carrera discurre por la hoz que el río Huecar ha ido excavando con el paso de los siglos. El paisaje por tanto precioso, el sol empieza a pegar de plano, y eso hace que los corredores vayamos buscando la sombra ofrecida amablemente por los árboles.
La carretera va siempre picando hacia arriba, pero no da muestras de la tan temida dureza, hasta que pasada una curva de la misma uno por primera vez mira hacia arriba, y a lo lejos ve motas de color entre los árboles. Pablo y yo coincidimos en la exclamación: "No me jo....que hay que subir hasta allí", y lo peor es que la vuelta de la hoz la tenemos encima, con lo que la subida no se adivina gradual sino violenta. Y así es, a partir del 8 empieza el sufrimiento, en apenas 2 kilómetros el desnivel que salvamos es de casi 200 m, para continuar en continua subida hasta el 12. Nuestro ritmo alegre empieza a decaer, hay tramos en los que creo que iría mas rápido andando, pero como Pablo no para yo tampoco. Nos entretenemos haciendo fotos, no se si por las ganas de inmortalizar el momento o mas bien, porque sirve para recuperar el resuello.
Sobre el 11 conocemos a un casi paisano, "Miguel", al que animamos a visitar la pagina Web del club, para conocer nuestras actividades, ya que se deja caer con frecuencia por el pueblo y sale a rodar solo.
Coronado el kilómetro 12, comenzamos la bajada a Cuenca, por delante 3 Km. de descenso. Aquí es donde el viaje merece la pena, atléticamente hablando, solamente con dejarse llevar, uno vuela, aunque se debe ir con cuidado, ya que existen algunas curvas muy pronunciadas (debe ser un espectáculo ver a los primeros bajar por ahí). Pero claro no todo iba a ser tan sencillo, al final el ultimo kilómetro pica un poco hacia arriba y el cambio de paso hace que las piernas se resientan. Con todo se llega al final.
Recogida la bolsa, es hora de hacer balance. En esto creo que coincidimos Pablo y yo, el año que viene nos apuntamos otra vez.
Las piernas eso si duras como palos, creo que esta semana habrá que tomársela con tranquilidad. El viaje de regreso tuvo como fondo la situación del país, pero se alegro con la parada técnica en La Almarcha.
Un buen día en las carreras.

Reportaje gráfico:


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